ENFERMEDADES ORGÁNICAS Y “ENFERMEDADES”
FUNCIONALES
Por: Dr. Pavlusha K. Luyandoo
Joo
¡Doctor, me siento mal; pero mis análisis de sangre salen negativos!,
esta es una frase que muy a menudo escuchamos en el consultorio. El paciente se
queja de diversas dolencias, y al ir al médico muchas veces los análisis de
sangre arrojan negativo, es decir no evidencian patología alguna aparentemente.
Esta noticia llena de mucha confusión a la persona, llegando incluso a empeorar
su salud por la misma ansiedad que causa la incertidumbre de no saber qué es lo
que tiene.
Es muy importante saber que cuando una persona enferma, se puede estar
al frente de una enfermedad orgánica y …..también funcional!!, cada una con una
particularidad y una forma de tratarse
de forma distinta.
¿Cuáles son las diferencias
entre enfermedades orgánicas y funcionales?
En la enfermedad orgánica, se puede evidenciar la lesión que aqueja al
paciente o el microbio que la produce, un órgano inflamado, un tendón
lesionado, una vértebra desgastada; lo cual suele evidenciarse en los exámenes
solicitados por el médico; en el de sangre, de orina, o a través de una
ecografía, una resonancia magnética; entre otros. En la enfermedad orgánica predomina
el daño a la estructura del cuerpo concreta, y esto es totalmente evidenciable.
En la enfermedad “funcional” o “dolencia”, como le llamamos los
médicos es distinto. Por lo general; es muy difícil hallar alguna evidencia
concreta en muestras de sangre o radioimágenes, lo que predominan en las
alteraciones funcionales son las molestias constantes que manifiesta el
paciente; en forma de dolor, malestar general, decaimiento, sensación de frío,
calor, hormigueos, mareos, palpitaciones en el pecho o en otro lugar del
cuerpo; y un largo etcétera. Aquí corresponden muchas veces las enfermedades “psicosomáticas”
que básicamente tienen que ver con el estado de ánimo.
¿Porque no se evidencian en los
análisis clínicos ni en radioimágenes las “enfermedades funcionales”?
No suelen evidenciarse, porque aparentemente no se ha producido
alteración orgánica, no hay daño de la estructura que se pueda evidenciar, pero
se altera el funcionamiento de alguna parte del cuerpo, causando verdadero
malestar. Estas dolencias, están asociadas a estrés, problemas emocionales,
sentimientos de culpan no resueltos, vida agitada, falta de sueño, ira,
melancolía; entre otros.
Los trastornos funcionales también son muy frecuentes evidenciarlos en
alteraciones de funciones digestivas (gases, indigestión), urinarias
(frecuentes cistitis no infecciosas), surgimiento de dolor en una zona
determinada. Estas surgen luego de haber padecido traumatismos, infecciones o inflamaciones
en el órgano afectado. Las “enfermedades funcionales” pueden surgir al tiempo
de haber padecido de una cirugía, de una fractura o infección.
¿Porque surgen las alteraciones
funcionales?
Actualmente se sabe que cualquier lesión podría alterar la función de
estructuras nerviosas microscópicas, produciendo alteraciones en la irrigación sanguínea,
contracción muscular, por ende en el intercambio de oxígeno y otras sustancias
químicas para el correcto funcionamiento del organismo, lo que conlleva a alteraciones
funcionales.
Es así como el paciente puede empezar a sentir calor, hormigueos o
frío en la zona, palpitaciones, sudoración, o incluso escozor y en muchos casos
dolor. El problema es que este tipo de dolencias se vuelven crónicas y el paciente
las puede padecer muchísimo tiempo. Lo peor es que estas alteraciones no se evidencian
en los análisis de sangre ni en radioimágenes; solo se sienten. El paciente
visita al médico muchas veces, y la enfermedad tiende a persistir, a pesar de
los tratamientos farmacológicos.
¿Hay algún tipo de tratamiento
para “enfermedades funcionales”?
Si, existe. Una posibilidad práctica y casera son los ejercicios, masajes,
la sauna; entre lo que está más al alcance, estas prácticas deben convertirse
en rutina por un buen tiempo, hasta la desaparición de los síntomas.
Existe una técnica llamada terapia neural, que es una muy buena
alternativa, la cual se realiza inyectando una dilución de anestésico en
diluciones bajas en la zona de la alteración o en troncales nerviosos
relacionados con la zona afectada, lo cual restablece muchas veces los trastornos
del tejido alterado. En nuestra experiencia la terapia neural es bastante efectiva
para trastornos funcionales que se acompañan de dolor sobre todo.
Conclusiones
En todo caso recuerde que en primer lugar las alteraciones funcionales
muchas veces tienen origen emocional, lo que hace que usted se deba cuidar
mucho de las emociones negativas, sobre todo el mal humor, por ello vale la
pena practicar la paciencia, tener pensamientos esperanzadores y tener un poco más de buen humor.
Lo segundo que debe recordar es que si tiene alguna dolencia que no se
alivia con los métodos antes descritos, es posible que sea una alteración
funcional y debe ser tratada pronto.
Lo tercero, recuerde que la Terapia Neural es una muy buena posibilidad.
Tratamiento con tTerapia Neural
(imágenes archivo Policlinico Sagrada Familia)