LAS DEFENSAS BAJAS, CUANDO SE
VULNERA EL SISTEMA INMUNOLOGICO
Por: Dr. Pavlusha K. Luyando
Joo
Al tener las defensas bajas, nuestro organismo se vuelve más
vulnerable a las infecciones, al ataque de los virus y bacterias, sobre todo el
sistema respiratorio.
Por ello es muy importante entonces, es fortalecer esta gran barrera
de protección que es el sistema inmunitario para no exponer nuestro organismo a
la enfermedad y salvaguardar nuestro bienestar.
Causas del debilitamiento de
las defensas
Las causas son diversas. Influyen mucho los factores ambientales,
cambios del clima, temperaturas bajas, humedad. También afectan otros factores
como enfermedades que la persona padece y debilitan las defensas; como la
anemia, o enfermedades infecciosas como la hepatitis, tifoidea; etc.
La tensión nerviosa o estrés, es un factor que siempre impacta sobre
el sistema inmunológico y puede ser inductor de un sinnúmero de patologías en
el organismo. El estrés crónico no solamente vinculado con el trabajo cotidiano
sino también de pensamientos negativos
muchas veces se convierte en un inmunosupresor “psicológico”.
El abuso del alcohol y el consumo desmesurado de alimentos basados en grasas
saturadas y alimentos refinados, pobre en frutas y verduras también debilitan
el sistema inmunológico, debido a ello es muy importante una dieta balanceada,
que aporten proteínas y grasas de calidad, así como fibra, minerales y
vitaminas.
Defensas bajas: Síntomas
Los síntomas más frecuentes son: fatiga física y mental, sofocos,
falta de claridad, así como otras manifestaciones sintomáticas como la pérdida
de cabello e incluso, la aparición de síntomas de resfrío seguidos. Estos
síntomas, indican que algo no va bien en nuestro sistema inmunológico, y debilitan
las energías del organismo para afrontar las actividades diarias.
¿Cómo fortalece nuestro sistema inmunológico?
El sistema inmunitario se puede fortalecer siguiendo ciertas reglas
básicas:
En primer lugar, en la dieta cotidiana deben estar presentes bacterias ácido-lácticas y probióticos,
Las bacterias del ácido láctico –presentes en el suero de la leche, el
yogur o el queso- son de gran ayuda para estimular las 100 billones de
bacterias presentes en el tracto digestivo.
Esos microorganismos (o flora bacteriana benéfica) ayudan a convertir
los alimentos en energía, a destruir toxinas, a producir determinadas vitaminas
o aminoácidos, esta flora bacteriana también contribuye a regular el sistema
inmunitario, a cambio, el sistema digestivo les da alimento y hábitat.
En segundo también fortalecen las defensas del organismo el consumo de
los ácidos grasos Omega 3 ; que se encuentran en pescados como la caballa, el
aceite de pescado, las semillas, huevos, linaza, espinacas, acelga, berros y la
coliflor; entre otros.
Otro aspecto importante es el consumo de vitamina C, ya que también actúa para que nuestras defensas bajas se
activen y ejerzan su función con eficiencia. Una dieta que pretenda incidir sobre
el sistema inmunológico debe incluir Vitamina C.
Recordemos que las verduras crudas son ricas en vitamina D, también muy
importantes para el sistema inmunológico.
La actividad física es importante para estimular la respuesta del
sistema inmune. Una persona que hace regularmente algún tipo de ejercicio se
enferma menos que la persona que no practica alguno.
No olvidemos que el descanso y el silencio son fundamentales para
nuestro sistema inmune, el estrés prolongado hace que nuestro cuerpo produce
cortisona, una hormona que suprime al sistema inmunológico.