LA IMPORTANCIA DEL SUEÑO PARA LA SALUD
Por. Dr. Pavlusha K. Luyando Joo
El sueño es un estado fisiológico, activo y rítmico, que aparece cada 24 horas, alternándose con otro estado que es la vigilia. El sueño ocupa la tercera parte de la vida del ser humano y es vital para la salud y el bienestar de niños, adolescentes y adultos.
Un sueño saludable es importante para el funcionamiento del cerebro, sobre todo en el aprendizaje, así como en el estado de ánimo, la salud mental y la salud cardiovascular, cerebrovascular y metabólica.
Se puede afirmar que la calidad de vida del ser humano es, en gran medida, dependiente de la relación directa entre la calidad del sueño y el número de horas que se duerme.
Una cantidad y calidad adecuadas de sueño
también contribuyen a la reducción del riesgo de accidentes y lesiones causados
por la somnolencia y la fatiga, incluyendo accidentes laborales y accidentes
automovilísticos.
Datos recientes sugieren que extender la
duración del sueño nocturno de las personas que habitualmente duermen lo
suficiente se asocia con beneficios para la salud.
Se sabe también que los procesos de
regeneración y reparación del cuerpo ocurren en el sueño. Por ello es
fundamental dormir lo que corresponde.
Privarse del sueño, o tener insomnio
crónico, la desalineación circadiana tener un impacto profundo y perjudicial en
la salud física, la salud mental, el estado de ánimo y la seguridad pública.
Se sabe que la privación del sueño está
asociada con un mayor riesgo de mortalidad y contribuye tanto al riesgo
individual como al surgimiento, de enfermedades cardiovasculares, diabetes,
obesidad y cáncer.
El alcohol y las drogas
dañan la profundidad y calidad
de un sueño profundo y efectivo. Las
bebidas energizantes al sobreestímular el sistema nervioso hacen perder la calidad
del sueño
A
medida que envejecemos, se pierde la capacidad de dormir bien o de permanecer
dormidos tanto tiempo como antes. La regulación del sueño profundo se debilita
al llegar a los 60 años o más, pero una consulta con el médico puede
proporcionar opciones para corregirlo o mejorarlo.
Los problemas de sueño
afectan el control emocional, es decir; la forma en que una persona regula sus
pensamientos, sentimientos, decisiones y la percepción de la realidad. Esto podría
desencadenar pensamientos y sentimientos peligrosos o distorsionados, mal humor
irascibilidad, ansiedad o depresión.
Si bien las necesidades individuales de
sueño varían, se recomienda de 7 a 9 horas de sueño para adultos y de 7 a 8
horas de sueño para adultos mayores. En los niños es muy variable, pero tienden
a dormir a veces más de 9 horas. La falta de sueño puede inhibir el crecimiento,
de allí que se diga popularmente que “los niños crecen cuando duermen más”.
Un sueño saludable requiere una duración adecuada,
un horario apropiado, regularidad, ausencia de trastornos del sueño y profundidad.