EL SINDROME DEL BURNOUT O “DEL QUEMADO”
Por: Dr. Pavlusha K. Luyando Joopoliclinicosagradafamilia@yahoo.com
¿Alguna vez lo ha tratado mal en alguna ventanilla de un banco o en una institución pública? ¿alguna vez le ha tratado mal personal de salud en un hospital?, la mayoría de personas ha tenido alguna vez un encontronazo con este tipo de situaciones, aparte de crear disconfort y un incómodo momento, siempre al final nos preguntamos ¿por qué esta persona me trató mal?
Esto se explica porque
las personas cuyo trabajo se basa en atender gran cantidad de personas a diario
reciben una gran carga tensional generando gran impacto el estrés sobre la
salud.
El síndrome del
burnout o “del quemado” es un trastorno emocional provocado por el trabajo y
conlleva graves consecuencias físicas y psicológicas.
El factor
desencadenante de este mal es una carga excesiva de trabajo en un tiempo
insuficiente para ser realizado. Las profesiones relacionadas con el mundo
sanitario, de la educación o la administración pública suelen ser las que más
incidencia reflejen en las estadísticas porque están en contacto con personas
con problemas y suelen ser ellos los que deben solucionar esos problemas. La
frustración se produce cuando ven que su trabajo no es productivo y sienten que
su trabajo es baldío. Según datos recientes entre el 20% y el 30% de los
médicos, profesores, aquellas personas que trabajan atendiendo horas en
ventanillas e incluso policías padecen sus síntomas.
Los síntomas principales
son el cansancio y la fatiga. A nivel psicosocial, genera deterioro en las
relaciones interpersonales, depresión, cinismo, ansiedad, irritabilidad y
dificultad de concentración. Es común el distanciamiento de otras personas y
los problemas conductuales pueden progresar hacia conductas de alto riesgo.
A nivel físico, la persona puede padecer de insomnio, deterioro cardiovascular, úlceras, pérdida de peso, dolores musculares, migrañas, problemas de sueño, desórdenes gastrointestinales, alergias, asma, fatiga crónica, problemas con los ciclos menstruales o incluso daños a nivel cerebral.
El abuso de sustancias (drogas, fármacos, alcohol, etc.) y la presencia de enfermedades psicosomáticas son también signos característicos del síndrome.
En cuanto a la repercusión del rendimiento laboral, el síndrome del burnout disminuye la calidad o productividad del trabajo, actitud negativa hacia las personas a las que se les da servicio, deterioro de las relaciones con compañeros, aumento del absentismo, disminución del sentido de realización, bajo umbral para soportar la presión y conflictos de todo tipo, entre otros factores.
El tratamiento de estos pacientes incluye dejar temporalmente la actividad laboral, empleo de antidepresivos y psicoterapia, ejercicios, vacaciones, silencio. Afortunadamente, la práctica mayoría de los pacientes consiguen una recuperación casi completa al cabo de unos meses.
Ahora podemos comprender mejor a los que trabajan con público.