REPERCUSIONES DEL ESTRÉS EN LA SALUD Y QUE HACER PARA
COMBATIRLO
Lima-Perú
El estrés negativo se cataloga como
la enfermedad de este nuevo siglo. Los cambios en el estilo de vida del
individuo repercuten en su salud para bien o para mal
Hoy, es muy frecuente ver que las
personas padezcan una serie de males asociados a la velocidad y a la cantidad
de cosas que realiza cotidianamente. Dolores musculares, de cabeza, insomnio,
ansiedad, incluso cuadros depresivos y de pánico, están asociados a la
sobreestimulacion del sistema nervioso debido a la incesante hiperactividad de
la persona.
Incluso es mucho más frecuente
observar, que ciertas enfermedades como psoriasis, eczemas diversos, y otras
como hipertensión arterial, diabetes y
gastritis; etc., de alguna u otra manera están asociadas al estrés negativo.
Es interesante observar que este
tipo de enfermedades se reduce drásticamente si comparamos las poblaciones que
viven en el campo y en contacto con la naturaleza, en donde la vida es un poco
más reposada y no se vive tan apurado. También es menor la incidencia del
impacto de estrés negativo en individuos que viven en la ciudad, pero procuran
tener una vida más equilibrada y aprovechan sus momentos libres.
¿Qué hacer?
En primer lugar debemos saber que
es imposible eliminar el estrés por completo, pues no podríamos estar vivos sin
estímulos. Pero si podemos reducir el estrés que nos puede enfermar.
Para ello es muy importante actuar
en estos cinco flancos: 1. El cuerpo. 2. Las emociones, 3. Las relaciones
sociales 4. El intelecto 5. El espíritu
1. El cuerpo:
Cuidar el cuerpo es imprescindible, esto se logra gracias a una alimentación
balanceada dependiendo de la edad y de nuestra actividad física. En la
actualidad hay muchas publicaciones por el internet en donde se detallan formas
adecuadas de alimentación. El ejercicio físico también es muy importante para
el cuerpo, el movimiento mejora la circulación permite agilidad y sobretodo permite
relajar el cuerpo. Es sabido que la persona que se ejercita tres veces por
semana, enferma menos en comparación a aquella que no realiza ejercicio. El
aporte vitamínico es muy importante, las vitaminas del grupo B, son
fundamentales para el mejor funcionamiento del sistema nervioso.
2. Las emociones:
Es importante procurar el buen ánimo, el optimismo y la esperanza a pesar de
los difíciles momentos que nadie está libre de pasar. Para evitar el estrés
negativo, hay que evitar ser obsesivo con las cosas, perjudica ser demasiado perfeccionista
o controlador; esto lleva fácil al mal humor. El carácter agitado impaciente e
hiperactivo hace proclive a que aumente el estrés y si esto sucede, sube la
presión arterial, la glucosa, las grasa circulantes, el cuerpo empieza a
atrapar agua (por eso se sube de peso) y aumenta la acidez estomacal, produciendo
gastritis.
Muy importante
es saber hacer pausas, correr para todo enferma, hay personas que comen prácticamente
caminando. Hoy en día también hay que saber en qué momentos desconectarnos de
las redes sociales, del teléfono. Es necesario aprender a vivir en pausas, la reflexión
nos hará entender que mejor es la calidad que la cantidad de cosas que hagamos.
Hay personas que viven presa de sus trabajos (siendo los dueños de sus empresas),
no se dan tiempo y por ello enferman.
3. Las relaciones
sociales: Tejer relaciones sociales es muy importante, visitar a familiares,
amigos, compartir momentos de afición o de esparcimiento sanos con amigos es
muy bueno para el sistema nervioso. Es importante también porque compartiendo
nuestras vivencias nos permite encontrar soluciones frente a los problemas que
nos aquejan, siempre los amigos o familiares nos darán consejos.
4. El
intelecto: una gran forma de distraerse y también de tomar conciencia de
nuestra existencia es el alimento intelectual. Alimentar el intelecto a través de
la cultura, leer un buen libro, visitar un museo, escuchar un concierto de
música, o una visitar una exposición de pinturas son herramientas
importantísimas para el buen vivir. Todo ello permite abrir nuestros horizontes
y distrae, “nos saca” de las preocupaciones.
5. Lo
espiritual: La mayoría de personas no tiene en cuenta a esta dimensión, y no
toma conciencia de que así como el cuerpo necesita del alimento, el espíritu también;
solo que el alimento es Dios. Aquí es muy importante el recogimiento, una vida
piadosa (rezar, orar), realizar las devociones tradicionales que sabemos según
nuestra formación religiosa; esto nos permitirá interiorizar que muchas cosas
que sucedan para bien o para mal dependerán de la providencia.
Se ha demostrado
por varios expertos, que la oración contemplativa; es decir la que se hace en
silencio en una capilla; tiene incidencia positiva sobre el sistema nervioso,
reduciendo los niveles de nerviosismo, ansiedad y de la presión arterial.
También se ha demostrado que la confesión religiosa reduce considerablemente es
estrés, hay estudios en donde se demuestra que la confesión frente a un
sacerdote disminuye la presión arterial de forma sostenible.
Esperemos
que este artículo le ayude tener una mejor calidad de vida.